¿Estás pasando por un momento en tu relación de pareja donde te planteas si seguir o no con el vínculo amoroso?

La relación con otra persona es muchas veces difícil por ser precisamente un otro/a, con todas sus diferencias y particularidades. Incluso si el vínculo es antiguo y permanece en el tiempo puede que sea aún más difícil para tí o para ambos miembros de la pareja ya que lo que suele ocurrir, al inicio de conocer a alguien, es que la alteridad del otro/a es muy fácil de “soportar” debido a la magia que todo lo cubre del enamoramiento. Aquel estado de enorme atracción sexual y novedad que te ilusiona y a veces te engaña creyendo que el otro/a es igual a tí y os entendéis de maravilla. El problema suele aparecer cuando, superada esa etapa de enamoramiento, aparecen las diferencias, aquellas que ya existían previamente solo que estaban veladas o enmascaradas. La cuestión es entonces que reconozcas el grado de diferencia que existe entre vosotros y cuánto eres capaz de soportar por hacer que la relación funcione y se sostenga en el tiempo.

Quizás la elección de pareja que has hecho se basa en un argumento inconsciente acerca de tí mismo/a y de tu destino o tu merecimiento. Es decir que aquel otro/a te asegura a nivel inconsciente cumplir con aquel patrón familiar conocido o argumento vital. Puede ser por ejemplo: “voy a ser infeliz como mi madre o mi padre”, “los hombres siempre terminan siendo infieles”, “nadie en realidad me quiere y acepta tal como soy”, “para que una relación perdure en el tiempo no puedo esperar que haya atracción y deseo”, “tengo que dar y dar siempre yo para que el otro/a no me deje”, “hace estas cosas que me lastiman y denigran pero no lo hace con malas intenciones o a posta”, etc.

Aunque te suenen ridículos todos estos argumentos, tanto en las terapias individuales enfocadas al tema de pareja, como en las terapias de pareja propiamente, suelen aparecen antes o después durante el proceso terapéutico que entablamos. Es como si la otra persona, con su sola presencia, garantiza que cumplas con este patrón inconsciente y conocido – aunque muy dañino – sin saber de tu irracional motivación a que esto se reproduzca una vez más en tu vida.

Puede que vuestra pareja sea aquella de las que vuelve una y otra vez con discusiones y argumentaciones circulares, confirmando un típico ejemplo de esta dinámica. Porque en muchos casos no buscan llegar a una solución o esclarecer el conflicto para vivir en paz, sino justamente se desea mantener el statu quo y la dinámica inconsciente de la relación. Otro buen ejemplo que suelo encontrar en mi consulta es el de personas que viven una relación muy insatisfactoria por estar con una pareja muy negativa, descomprometida o depresiva que dice que quiere cambiar y mejorar para sí mismo/a y por la relación pero que con el correr del tiempo nunca llega a pedir ayuda o hacer ningún cambio al respecto que lo impulse. O con una pareja agresiva y violenta que no le aporta vitalidad a su vida ni a la relación. Sea cual fuera tu caso, te invito a que reflexiones y seas honesto/a respondiendo a las preguntas: ¿Cuán vital y amoroso/a eres tú contigo mismo/a?. ¿Cuánta pasión pones en tu vida y si aquello que haces en el día a día te reporta satisfacción personal?

Mas de una vez te habrás preguntado por qué te cuesta tanto dejar esta relación dolorosa o insatisfactoria donde ves que tanto tú como quizás también el otro/a es infeliz y desdichado/a.

La realidad es que a nadie le gusta sufrir y menos cuando es un sufrimiento crónico que quizás está instalado desde los inicios de la relación. Por eso es importante tener en cuenta que como seres humanos, existe en todos/as una fantasía universal propia de nuestra especie: el miedo al aislamiento. Es un miedo filogenético independiente de la experiencia que hemos tenido en otras relaciones y a la historia personal de cada cual. Este miedo a la soledad y al aislamiento se vivencia desde el nacimiento ya que somos animales de manada. Y no vamos a entrar además en toda la lluvia de ideas, metáforas y creencias que a lo largo del planeta se profesan sobre la necesidad de estar en pareja y formar una familia para sentirse completo/a y realizado/a.

Por este motivo es quizás necesario un fuerte trabajo terapéutico interno para superar este miedo a la soledad, para que aprendas a estar solo/a y a gestionar esa sensación de “vacío interno” que te quita el sueño o te hace desdichado/a. Que dejes de utilizar a esta pareja que no te beneficia – o a una futura similar, ya que el patrón puede que vuelva a repetirse – como bastón o distracción para tapar los temidos momentos de soledad. Y esto desde luego puede ser aplicable a las amistades, los hijos, los padres, las redes sociales, etc. ya que nadie podrá tapar el inconsciente y sutil sentimiento de soledad.

Puedes preguntarte ¿Qué aspectos internos quedan contenidos por la presencia real de la otra persona a tu lado? No es la presencia o la acción real del otro/a lo que te protege, sino la proyección de este rol que tú le atribuyes. Este proceso se inicia generalmente desde el comienzo de la relación, a veces incluso con alguna palabra, gesto o acción que el otro/a accidentalmente dice o hace, que te hace recordar a una figura protectora de tu infancia (padre, madre o tutor). Estas relaciones que no brindan satisfacción y te hacen sentir infeliz – y paradójicamente temeroso/a ya que justamente se despierta aquello que quieres evitar, que es el temor al abandono y en consecuencia a estar solo/a – se llaman en Psicología “relaciones yo-yo”. Porque son relaciones que van y vienen: la pareja se pelea, se acerca y vuelve, se vuelve a distanciar…. Hasta que alguno de los miembros de la pareja no soporta más el dolor y/o el tedio de la relación y tiene la fuerza suficiente para separarse. A veces la aparición de una tercera persona ayuda a propulsar este cambio y ruptura, otras veces, es el sufrimiento mismo el que brinda la fuerza para cambiar aquello que ya no es funcional o positivo en la vida.

Esperando que te haya sido útil, si quieres que te acompañe en este momento de duda o sufrimiento que estás viviendo con tu pareja, o bien deseas tratar cualquier dificultad que está habiendo con tu pareja para hacer un último intento, clica en Terapia de Pareja , Coaching Encuentra Pareja  o Terapia-Coaching Personal

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