¿Sientes que tu relación de pareja ha dejado de ser gratificante y se ha convertido en una preocupación en tu vida que invade el trabajo, el resto de tus relaciones y tu tiempo libre? ¿Te has encontrado más de una vez pensando que si a tu pareja le pasara algo o te dejara, no sabrías que hacer ni cómo continuar viviendo sin él/ella?

Si en tu pareja se ha establecido una relación en la que no hay lugar para la familia, amigos, proyectos, u otras actividades fuera de la pareja puede que sea éste el momento de comprender el por qué de tu dependencia afectiva e intentar reencontrarte a ti mismo/a y tu perdido auto-apoyo.

La falsa sensación de control:

El hecho de estar todo el día pendiente del otro encubre tu deseo de controlarlo/a. Puede que seas una persona que da demasiado de sí mismo/a porque temes perder a quien amas. Sin embargo lo único que logras con esto es justamente ahogar a tu pareja.

El intento de dominar, de manera moderada, forma parte de todas la relaciones. El hecho de renunciar a ciertas libertades para estar todo el tiempo a disposición del otro se ve compensado por una maravillosa sensación de afecto mutuo. Pero cuando el control se vuelve excesivo, se producen conflictos.

En realidad, la dependencia afectiva y la necesidad de controlar al otro van de la mano. Aunque parezcas muy dominante, tú, como persona controladora, eres probablemente una persona rígida e insegura. Tanto si eres un hombre como si eres una mujer has asumido inconscientemente este rol en la relación. Tu pareja permanentemente requiere atención y tú no haces más que atenderlo/a o estar siempre dispuesto/a a ello: directamente cuando están juntos, y de forma indirecta cuando no lo están (pensando en él/ella todo el día, llamando o contactando más de la cuenta, buscando la manera de solucionar sus problemas, preocupándote si querrá seguir o no contigo, y la lista no para). Y lo peor de todo es que cuando están juntos raramente discuten o comparten sobre los temas importantes o aquellas cosas que te quitan el sueño y te dejan en un estado de estrés y vulnerabilidad constante.

Cómo salir de este círculo vicioso:

Cuando se cae en los extremos ambos miembros de la pareja sufren. Es importante que dediques un tiempo cronológico y un espacio mental a la relación, pero también que te reserves las horas que sean necesarias para estar contigo mismo/a y con las personas de tu entorno que te conocen y hacen feliz, como los amigos, la familia e incluso nuevas amistades. Es tan malo estar las 24 horas pendiente de tu pareja como pasar demasiado poco tiempo juntos. En un caso corres el riesgo de llegar a la fusión, es decir, unirse de tal manera que tanto tú como el otro/a desaparezcan como individuos. En el otro caso, corres el riesgo de producir un quiebre inconstruible debido a una falta de proyectos en común. Si bien puede ser difícil para ti encontrar el justo equilibrio, lo importante es que trates y aprendas a oscilar en un espacio intermedio.

Evidentemente habrá situaciones en las que el equilibrio sea casi imposible de lograr, como cuando se trata de relaciones amorosas a la distancia, o cuando uno de los dos debe viajar parte del tiempo. Lo mismo en situaciones especiales como cuando se padece una enfermedad o se atraviesa un duelo. O de momentos específicos de la relación como es el caso de preparar una boda, “estar embarazados”, iniciar la crianza, etc.

Cuando una de las partes vive permanentemente en función del otro, tiene la ilusión de completarse en la figura de su pareja y no se da un tiempo para desarrollarse él/ella mismo/a. Deposita así, todo el peso de su vida en el vínculo amoroso y el otro se convierte en su único sostén.

Pensar en tu pareja, interesarte por sus problemas y tratar de estar en contacto durante el día es signo del amor que se siente por él/ella. Pero cuando esto se convierte en una obsesión y descuidas el trabajo, tu propio cuidado u otras ocupaciones cotidianas, es una señal de alerta que indica que estás amando demasiado…mal. Dedicar tiempo a tu pareja es sano y normal siempre y cuando ese tiempo no interfiera en todos los aspectos de tu vida e impida que tanto tú como el otro se desarrolle como persona.

Esperando que te haya sido útil, si quieres que te acompañe en este momento de duda o sufrimiento que estás viviendo con tu pareja, o bien deseas tratar cualquier dificultad que está habiendo con tu pareja para hacer un último intento, clica en Terapia de Pareja , Coaching Encuentra Pareja  Terapia-Coaching Personal

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